Cada vez que alguien me dice que “si eres bueno, te irá bien”, no es que me moleste, pero sí me hace reflexionar y darme cuenta de que mucha gente aún sigue preocupándose por hacer las cosas “bien” para que le vaya bien. Disculpen… ¡la vida no funciona así, punto!
¿Pero qué tiene de malo pensar así, Chavalalo? Y es que pareciera inofensivo, el problema está, y déjenme tratar de explicarles desde mi punto de vista, por qué pensar de esta forma es limitante y hasta cierto punto nocivo.
Si creemos que “si hacemos bien, nos irá bien”, también creemos que “al que obra mal, se le pudre el tamal”; es decir, damos por sentada esta contraparte, si no, no tendría sentido pensar que: “hago el bien, me va bien”, ¿correcto? Aquí está el primer problema, ¿qué pasa cuando a la gente que le va mal, siempre hace el bien? y te das cuenta de que mucha gente que hace “mal” vive poca madre, ¿cómo es posible? Y entra nuestro piloto automático, víctima, y dice “¿por qué la vida es injusta?, ¿por qué si yo siempre hago el bien me va tan mal en la vida? ¿por qué?… Y entramos además de víctimas en modo de “yo merezco que me vaya chingón porque hago el bien” Y perdón, pero si alguien está en ese punto: está perdido.
¿Cómo chingados? bueno, lo primero es que comprendamos que no basta hacer el bien para que nos vaya bien, PUNTO. Las buenas acciones no garantizan ningún resultado; por ejemplo, podría yo donar todo mi dinero a la caridad y terminar viviendo en la calle, ¿qué bien obtuve?, ninguno, y la acción fue muy buena.
“¡Güey, pero estás exagerando!” Quizás, pero el ejemplo es igual de válido, las personas deben de hacer el “bien” y lo pongo entre comillas, y lo parafrasearé mejor: deben de hacer lo bien visto en su cultura, en su sociedad, para poder ser aceptados y poder convivir en paz, para simplemente no joder al otro, ¿no crees?
Muchos pueden trabajar, sacrificar muchas horas, ser personas respetadas en su comunidad, sin embargo nunca lograrán salir de situaciones desfavorables porque “no tuvieron oportunidades”, “la vida se las negó”, “fueron taaaaan buenos”, “pobres pero honrados”… y no nos damos cuenta de que hacer el bien ¡no alcanza! Si queremos cambiar nuestra realidad – ojo, no significa que hay que hacer el mal, quiere decir que además de hacer el bien, debemos de pagar el plato – tienes que tomar riesgos, hacer sacrificios, desafiar tu situación actual, ser un inconforme, cambiar la forma en que observas tu realidad y la interpretación que le das a las cosas; no podemos seguir pensando que por no lastimar a nadie, la vida nos va a recompensar, esa es una forma muy conformista de ver la vida.
¿Qué no dice el refrán? El que quiera azul celeste, que le cueste…
¿Oye pero qué hay de las malas? Las personas “malas” son personas que decidieron actuar en contra de los principios que rigen su cultura, su sociedad y muchas veces, pagarán costos como ser mal vistos por todos o por un grupo de la comunidad, ser perseguidos por delitos, por ejemplo, o bien, enemistarse simplemente con gente que se sintió vulnerada o afectada por su forma de actuar; ¿cuál es el costo de esto? bueno, la responsabilidad de las consecuencias de las decisiones que tomaron y sus actos.
Yo no soy de las personas que les desean el mal a los demás, por más mal que haya sentido que me hicieron, recordemos que si hubiéramos estado en sus mismos zapatos, bajo su piel, con su misma experiencia de vida y conocimientos… habríamos hecho lo mismo, no podemos comprenderlo, porque simplemente no estamos en su mente, si cometió un delito, si lastimó a alguien, lo creas o no… fue la mejor decisión que su cerebro le ofreció, pagará o no, no lo sabemos, pero no debe de quitarnos el sueño.
Dejemos de esperar la justicia divina, dejemos de esperar que por ser buenos ya nos irá bien, dejemos de ser conformistas y atrevámonos a pensar qué quiero… pero sobre todo… ¿qué precio estoy dispuesto a pagar?…
Y tú ¿qué riesgos estás dispuesto a tomar?.
Un libro que recomiendo leer sobre inconformes:
Créditos
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2 Comments
Michelle Domínguez Zorzano
julio 23, 2020 at 11:10 amSerá que son 2 cosas distintas: hacer bien y cómo te vaya económicamente?
Si obras bien, la recompensa es personal e inmediata. Llámale Karma o llámale oxitocina.
Si te va bien o mal en los negocios, depende de una serie de factores pero el aprendizaje, si lo quieres ver, ahí estará. Así que, aún cuando pierdes, ganas.
Lo qué tal vez sea clave es que te valga lo que los demás piensan. La salvación es personal. Y lo que hagan los demás, allá ellos.
Muy buen tema! Gracias.
Yael
julio 25, 2020 at 6:47 amDesde mi punto de vista y de la Aplicación Mental, no se trata de hacer el bien o el mal, sino de hacer lo correcto. Es más, antes de hacer lo correcto, pensar lo correcto. Pues al final, no podríamos estar esperando buenos resultados de pensamientos incorrectos. Es decir, si piensas fracaso, pobreza, enfermedad… no esperes tener una vida de éxito, abundancia y salud! Así de simple, aunque hagas el bien. Tendremos la calidad de vida que nuestro pensamiento, alcance a imaginar.
Me encantan tus entradas Chavalalo. Gracias por compartir.