Imaginemos que has logrado un buen puesto o iniciar una empresa, tener un buen carro; digamos que todo lo que habías proyectado para tu edad lo tienes y te dices “ahora quiero disfrutar un poco la vida”… ¿Crees qué saliste de tu zona de confort y que nunca volverás a ella?
Bueno, la zona de confort tiene una peculiaridad, se hace más grande conforme crees haber salido de ella y te voy a explicar como la veo yo, para mi la zona de confort es como una liga, cualquier cosa que te hace cambiar algún hábito, algún comportamiento, el que te pongas una meta retadora hace que esa liga se estire un poco, esa tensión que hay para lograr esa meta, es ansiedad, eso que sientes cuando estás insatisfecho, eso que sientes cuando quieres ir más allá de tus límites, es esa liga estirándose, quieres romper esa liga, pero lo único que haces es que tanto insistes que tu cerebro al alcanzar esos objetivos te concede una liga más grande.
Pero ¿cómo?, ¿qué no acabamos de salir de nuestra zona de confort? no, solo la hicimos más grande, y está bien, siempre y cuando no creamos que ya por haber logrado algo estamos exentos de la pasividad que esto provoca, porque algo que sucede muchas veces es que dejamos de establecer nuevos objetivos, y podrán decirme “pero ya logré lo que quería”, y llámenme inconforme, ¡me vale madres!, pero ¿qué no sigues vivo? ¿no puedes lograr algo más en tu vida? y no tiene que ser a fuerzas en temas de dinero, te voy a decir en que áreas de tu vida puedes estar viviendo dentro de una zona de confort:
- La familia: ¿cuándo fue la última vez que hiciste algo por alguien de tu familia que en verdad te haya representado un esfuerzo extraordinario?, ¿hasta dónde estás cómodo con lo que das? Si alguien cercano a ti muriera hoy que te hubiera gustado darle pero siempre decías “otro día”, “en otro momento” …
- Amigos: ¿a cuántos amigos has dejado en el camino?, ¿cuántos de tus amigos son en verdad incondicionales?, ¿qué ha sido lo más grande que has hecho por un amigo?.
- Pareja: ¿es más fuerte la costumbre que el amor?, ¿qué das por sentado?, ¿qué te falta por hacer para tu pareja?.
- Crecimiento personal: ¿qué libros vas a leer? ¿qué clases más vas a tomar?, ¿qué creencias limitantes vas a romper?… Si crees que lo sabes ya todo, aún no has aprendido nada.
- Finanzas personales: si hoy dejaras de trabajar, ¿cuántos días podrías vivir con la misma calidad de vida?, muchas veces estamos cómodos en la situación laboral, pero no nos damos cuenta que solo estamos viviendo al día, que nos hemos acostumbrado a los ingresos y también a los gastos, detente a pensar si hoy dejaras de ganar, ¿qué tan listo estarías?.
Parafraseando a Jen Sincero, la zona de confort es como un cuarto que decoramos con nuestras mejores excusas y en ese cuarto abundan las puertas cerradas con nuestras creencias limitantes, una de las más comunes es simplemente creer que ya nos hemos esforzado lo suficiente, sin embargo, esa forma de pensar es producto de la ley del mínimo esfuerzo de la que te hablé en mi entrada de tips para manipular la mente, por eso no debemos de engañarnos pensando en que “merecemos un descanso”, la zona de confort está para salir de ella, porque nuestra máxima satisfacción llega cuando alcanzamos nuevas metas.
Si quieres leer más sobre la zona de confort, este libro a mí me gustó bastante.
Créditos
Imagen: Freepik.com | Usuario: @freepik