Lo malo de creer en Dios

Según Pascal creer en Dios es una apuesta segura, porque si al final no existe, no pierdes nada y si sí existe lo ganas todo, ¿qué opinan al respecto?.

Apuesta de Pascal

En este entrada no pretendo que alguien deje de creer en Dios, sino que comprendamos como algunas ideas nos pueden limitar al creer en él, sea la religión que sea y qué hacer para evitar caer en estos errores de pensamiento que limitan nuestro potencial.

Pongamos un ejemplo, los religiosos creen en frases como “Dios proveerá”, “Ponte en las manos de Dios”, “Si Dios conmigo…” y todo pareciera inofensivo, el problema es que mucha gente en verdad le deja a un Dios, sea cual sea, insisto, la responsabilidad de sus vidas, incluso al punto de decir que “Si estoy pobre es porque así Dios lo quiere”, y el mensaje que se empieza a incubar en nuestros cerebros a muy corta edad es precisamente que toda nuestra vida depende de un ser todopoderoso y que nos dará lo que le pidamos con devoción a través de la oración.

Y la realidad es que esto pocas veces sucede, que con solo creer que Dios se resolverán tus problemas mágicamente, la creencia de que nuestras vidas son como Dios quiere que sean nos exime de una responsabilidad directa de nuestras decisiones, de nuestros actos y de nuestra situación.

Una persona que toma responsabilidad de su vida y toma decisiones de forma consciente donde acepta toda consecuencia que pueda traerle cada elección aceptará sus errores y disfrutará de sus logros sin sentir que le debe o que le ha fallado a Dios, porque reconoce su papel en su propia vida.

Cuando pensamos “Dios proveerá” por lo general se usa como fin de conversación, así de que “¿Amor qué vamos a hacer para pagar la renta?” y literal contestamos “Dios proveerá”, en ese momento nuestro cerebro deja de generar ideas, porque le estamos diciendo “Ya no es mi problema”. ¿Crees que es algo descabellado? ¿Eres de los que creen “ayúdate que yo te ayudaré” ? Si sí, seguro estarás pensando que tienes un papel activo y que solo con la fuerza de Dios de tu lado podrías haber logrado todo lo que has logrado.

Pero el problema es que siempre tenemos esa “válvula de escape” para que nuestro cerebro deje de generar soluciones, habrá quien diga que el poner tu fe en que Dios resolverá las cosas ayuda a reducir el estrés y eso le permite al cerebro relajarse y generar ideas o conexiones nuevas que generarán nuevas formas de ver las cosas, sin embargo esto no siempre es real, porque muchas personas nunca dejan de estresarse aún que “se pongan en las manos de Dios”, es mejor tratar de desarrollar habilidades que de forma consciente nos ayuden a reducir estos niveles de estrés, ejemplo el mindfulness y así tener formas conscientes de generar nuevas ideas y soluciones a nuestros problemas.

Cuando somos conscientes de que Dios no se va a involucrar en nuestra vida para darnos la solución, cuando aceptamos que Dios no nos manda nada, ni nos quita nada, es cuando tomamos responsabilidad de nuestras vidas, si tu ya eres de las personas que predican esto y crees que es exagerada mi postura de “ponen todo en las manos de Dios” felicidades, tu ya entendiste el punto.

El problema es que hay estudios que relacionan la pobreza con el nivel de religiosidad de un país, y resulta que los países más religiosos son los más pobres, ¿qué hacemos para romper esta maldición? no vamos a entrar a discutir si somos pobres porque somos religiosos, o somos religiosos porque somos pobres, el tema es cómo empezamos a ser conscientes de nuestras vidas, de nuestros actos y nos volvemos responsables de cambiar nuestra realidad.

Por qué los países más pobres son más religiosos y en los más ricos hay menos creyentes

Sea cual sea el Dios en el que creas, deja de hacerlo responsable, de tus malas decisiones, de tus errores, de tu flojera, de tu resistencia al cambio y asume el papel principal en tu vida.

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